Modulación musical
Una pieza musical puede empezar en una tonalidad y después cambiar a una o varias tonalidades distintas antes de volver a la original. Este cambio de tonalidad se denomina modulación musical. Como con las alteraciones cromáticas y las diversas formas de sustitución, la razón para la modulación es la de conseguir una mayor variedad armónica. Hay dos formas básicas de modulación:
Modulación directa
Como indica su nombre, la modulación directa se produce sin preparación previa. El efecto es dramático y decisivo.
Cuando se analiza una progresión de acordes que incluye modulación directa, se indica la tonalidad original al principio de la pieza. Se da por hecho que todos los acordes que siguen a esa indicación se numeran con relación a esa tonalidad. Cuando llega la modulación, se indica la nueva tonalidad directamente debajo del primer acorde en el que se produce el cambio, entendiéndose que los siguientes acordes se numeran en relación a la nueva tonalidad, y no a la original.
Modulación de acorde pivote
Este método de modulación utiliza un acorde común en las dos tonalidades como vehículo para pasar de la tonalidad original a la nueva. El acorde que tienen en común las dos tonalidades se denomina acorde pivote, porque desde él la progresión puede «pivotar» en otra dirección. El efecto de modulación de acorde pivote es suave y sutil, de modo que el cambio de tonalidad a veces es imperceptible hasta después de producirse.
Estos son los cuatro pasos en la modulación de acorde pivote:
- Establecimiento de la tonalidad original; creando una fuerte sensación de tonalidad con el uso de acordes primarios (I, IV y V).
- Uso de un acorde pivote; el acorde pivote pertenece tanto a la tonalidad original como a la nueva. El mejor acorde pivote es normalmente un acorde con función subdominante (IV o IImi en mayor; IVmi, IIº, o bIV en menor) que conduce claramente al acorde V de la nueva tonalidad.
- Entrada en la nueva tonalidad; la nueva tonalidad no se establece hasta que no se toca un acorde que pertenece a la nueva tonalidad, pero no a la antigua, normalmente el acorde V de la nueva.
- Resolución en la nueva tonalidad; resolver a la nueva tonalidad es el paso decisivo que establece la nueva tonalidad.
Un factor importante es el tiempo; si una nueva tonalidad dura el tiempo suficiente, incluso sin repetidas resoluciones que lo refuercen, quedará impresa en el oído del oyente como centro tonal por sí misma.
No todas las modulaciones son permanentes. Es muy usual cambiar de tonalidad para marcar una nueva parte de la canción, como un puente, y luego volver a las tonalidad original.
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