Los intervalos son una forma de referirse a las notas en función de la distancia entre ellas.
El intervalo es el mismo, tanto si las notas se tocan a la vez como si suenan una detrás de la otra.
En la escala mayor la distancia entre la nota base y la segunda es de 2 semitonos (esto se llama «segunda»), la distancia entre la nota base y la tercera es de 4 semitonos («tercera») y así consecutivamente.
Cada intervalo tiene cualidades sonoras concretas, que vienen determinadas por la relación entre las frecuencias de las dos notas. Ya hemos visto que cada nota produce una serie armónica, compuesta por la nota fundamental más una serie de armónicos o parciales superiores. Al tocar dos notas a la vez se combinan dos fundamentales y sus dos espectros de armónicos. El resultado es la creación de una tercera serie armónica, que es la responsable del sonido específico de cada intervalo.
En el caso de que las dos notas tengan la misma tonalidad, las dos series de armónicos se doblan, y a esto se le llama unísono. Si las dos notas están a una octava de distancia, las dos series armónicas se refuerzan una a otra; a esto se le llama octava.