Guitarra eléctrica

El cuidado de tu guitarra

Cuidado de tu guitarra

Si queremos alargar la vida de nuestra guitarra, tenemos que procurar mimarla mucho. Os doy algún consejo para ayudaros a que la guitarra, que de alguna manera es parte de nosotros, os dure lo máximo posible.

En cuanto a las cuerdas, hay gente que las engrasa antes y después de tocar. Yo simplemente las limpio con una bayeta o gamuza después de tocar para evitar que el sudor y la suciedad pueda afectarlas.

Cuando acabamos de tocar, no solamente hay que limpiar las cuerdas. También conviene limpiar el resto de la guitarra para evitar que cualquier partícula que se haya depositado en ella pueda rallarla o afectar al acabado de la madera. También es posible que hayamos dejado sudor en el cuerpo y mástil de la guitarra, por lo que pasar una gamuza o bayeta por toda la guitarra ayudará a conservarla y evitar que salgan antiestéticas manchas. La limpieza en la madera habrá que hacerla en el sentido de la beta.

Hay muchos fabricantes de instrumentos que tienen productos para limpieza de guitarras. Yo recomiendo adquirir solamente estos productos de fabricantes de confianza para asegurarnos de que no contienen alcohol, disolventes, ácidos y otros productos abrasivos que puedan dañar nuestro instrumento.

La temperatura y la humedad son dos cosas a tener muy en cuenta a la hora de cuidar nuestra guitarra. Nunca debemos someter la guitarra a humedad y temperaturas elevadas. Tampoco conviene someterla a cambios muy bruscos de temperatura, así como a cambios bruscos de humedad y sequedad. No olvidemos que la guitarra está hecha de un elemento “vivo”: la madera.

Si el grado de humedad es muy bajo, conviene utilizar algún dispositivo humidificador. No es recomendable dejarla en un ambiente donde la humedad relativa esté por debajo del 30%. El rango óptimo es entre el 45% y 70%.

Nunca deberemos dejar la guitarra expuesta directamente al sol o a un frío extremos. Tampoco a una fuente de calor extremo, como puede ser el maletero de un coche al sol o un radiador.

A todos nos gusta tener la guitarra lo más a mano posible, en un pié de guitarra o colgada de la pared. Lo ideal sería guardarla en su funda o estuche cuando no estemos tocando para protegerla del polvo y los golpes.

Yo nunca recomiendo colgarla de la pared, por la fuerza constante que hace el peso de la guitarra sobre el cuello del mástil.  También las paredes podrían transmitir la humedad a nuestro instrumento. En cuanto a los pies de guitarra, son realmente prácticos, ya que nos permiten tener la guitarra siempre a mano y ocupando poco espacio. En cualquier caso, hay que desconfiar de la estabilidad de estos pies, ya que si únicamente está sujeta por la parte inferior del cuerpo, la guitarra puede girarse y golpearse contra el suelo. Hoy otros pies para guitarra que llevan una brazo para sujetarla del mástil. Recomiendo estos últimos.

Si vamos a dejar de tocar la guitarra durante un periodo relativamente largo, conviene aflojar un poco las cuerdas sin llegar a destensarlas. Recordemos que los cambios de temperatura producen cambios en la tensión de las cuerdas.

En cuanto al traslado de la guitarra: si la guitarra va a viajar con nosotros, yo recomiendo una funda mullida, que es mucho más manejable que un estuche, pero si la guitarra viaja sola en una furgoneta, es preferible que vaya en un estuche para evitar golpes.

Si vamos a viajar en avión con la guitarra, tendremos que procurar llevarla en la cabina con nosotros. Si no queda más remedio que facturarla para que viaje en la bodega del avión, hay que llevarla en un estuche y aflojar ligeramente las cuerdas para que no soporte tensiones excesivas.

Si la guitarra tiene un golpeador flotante, no dejes nunca la guitarra boca abajo, aún cuando la guitarra esté metida en su funda o estuche.

A la hora de tocar hay que procurar no llevar llaveros, colgantes, pulseras, anillos, hebillas, cremalleras…, que puedan dañar el instrumento.

Procura dejar el instrumento lejos de nidos de insectos. Los hay especialmente dañinos para la madera (carcoma), aparte de la suciedad que pueden depositar sobre la guitarra.

Cuando vayas a conectar la guitarra al amplificador, debes enchufar primero el Jack, de la guitarra, y después el del amplificador. Evidentemente, nunca con las manos húmedas. La toma de corriente donde está conectado el amplificador debe tener toma de tierra.

Cuando cambies las cuerdas de la guitarra, para evitar grandes variaciones en la tensión que tiene que soportar el mástil, no es recomendable quitar todas las cuerdas a la vez. Es preferible cambiar de una en una, y nunca cortándolas cuando están tensas. Hay que aflojarlas primero para evitar golpes de tensión y distensión. Yo siempre las cambio de una manera alternada: 6ª, 1ª, 5ª, 2ª, 4ª y 3ª. Afinando cada cuerda después de ponerla para que el mástil sufra lo menos posible las variaciones de tensión.

Teniendo en cuenta estos sencillos consejos nos aseguraremos de darle una larga vida a nuestra guitarra.

0 comentarios

Dejar un comentario

¿Quieres unirte a la conversación?
Siéntete libre de contribuir!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *